
PEQUEÑA ODA A TIO COYOTE
¡Salud a tío Coyote,
el animal Quijote!
Porque era inofensivo, lejos de la manada,
perro de soledad, fiel al secreto
inquieto
de su vida engañada
sufrió el palo, la burla y la patada.
Fue el más humilde peregrino
en los caminos de los cuentos de camino.
Como amaba las frutas sazonas,
las sandias, los melones, las anonas,
no conoció huerta con puerta,
infranqueable alacena,
ni propiedad ajena,
y husmeando el buen olor de las cocinas
cayó en la trarnpa que le tendieron las vecinas
de todas las aldeas mezquinas
y se quedó enredado en las consejas
urdidas por las viejas
campesinas.
Y así lo engendró la leyenda
como el Quijote de la Merienda.
Pero su historia es dulce y meritoria.
Y el animal diente-quebrado,
culo-quemado,
se ahogó en la laguna
buceando el queso de la luna.
Y allí comienza su gloria
donde su pena termina!
También así murió
Li-Tai-Po,
poeta de la China.
NIHIL NOVUM
No busques nada nuevo, ¡oh mi canción!;
nada hay oculto bajo el rascacielo,
nada en la maquina que sube al cielo,
nada ha cambiado desde Salomón.
Es muy antiguo el hombre y su pasión,
guarda en el nuevo día el viejo anhelo,
bajo la nueva noche igual desvelo
y el mismo palpitar del corazón.
No te engañen los nuevos continentes,
con sus plantas, sus bestias y sus gentes,
ni sus canciones con su nuevo acento.
Todo lo que dice algo ya está dicho:
sólo nos queda el aire y su capricho
de vagos sones que se lleva el viento.
HIPOTESIS DE TU CUERPO
I
Se que no me creeran como a espejo sin fondo
que el movimiento clava tu vórtice de armadas
donde momentos miles primeros segundos en roca a pique
ya me esperaban en ti girando.
Aunque dijera que no tenias mar
ni que toda tu espuma en tu interior de piedra habita
m por sangre espumosa esculpida menos viva
ni carcomida,
smo por la frecuencia de tus pecas algo se congregaba.
Porque esperaban la que eras visible
si es que alzabas las manos de concreto
puesto vestido de labrador ya no tarjeta de visita
mientras hay llamamiento de flores a piano
y con tu duelo gigantesco gastas otra violeta
si solitaria,
lo cual no puede aunque posible.
Todo ello en brisa regular compuesta a sentimiento...
Porque esperaban miedo que te clamara a muerte:
«Yo te comparo a un faro»
explicando tu pelo despacio de noche.
No es comparando.
II
Yo te proyecto desnuda por dentro
como paloma leona interior a la tierra
sin otra sustancia marina que tormenta.
Muerte vida.
Pues o no pasajero por tu frente
(no en pensamiento aquí ni con veneno
que ya serpiente río al pie descabezado
no deja a playa crespa a cantos de sirena
que foca hieda espuma se deshile
ni húmeda luna en brama de animales
largo del arca, dentro quedas mansa
de leonas de palomas de elefantes)
por tu carne de piedra a tu pecho de leche.
Mito en resumen, pero toco.
Vida muerte.
Cuanto camino da a tu ombligo
si hecho raíces ánclote a fondo puerto de tierra
puerta a mi tierra tuya a cerrojo sagrada.
Tesomosme, Mesomoste.
Cávote sepultura en mi otro sexo.
Cávame sepultura en tu otro sexo.
Muéreme Vívote Víveme Muérote
No nos distingo.
Sesamo.
III
Confieso que te arribo puerto si subterráneo
como a la roca en sueño vegetal dormida viva
tengo mi casa allí donde mi araña espero ciego
lo mismo vivo o muerto que tu secreto como silencio.