Nicaragua
   
 
  Pablo Antonio Cuadra



ein Bild

 

 


 

 

ALBARDA

 

Soy mi memoria.

Piel errante,

subsistiendo entre mi último balido

Y mi eterna obligación de partir.

Yo

Dona Albarda

Mariposa inválida de mi forma

sobreviviendo al sueño y al tropel.

 

Toro en mi torso

-con mis cuernos en vacío

como una antigua furia que se cubre de olvido.

 

Novillo en mi piel

-deseo limítrofe en mis cascos perdidos

como un antiguo cansando que no llega al recuerdo.

 

Buey en mi cuero

-testículos arrancados a la sucesión

conjugando solteramente mi amor con la carreta

como una vieja madera conyugal quemada por el viento.

 

Yo

Doña Albarda

Vaca en mi soledad y piel

-con mis fervientes ubres excluidas de la sed

con el candor de mis pupilas hundidas bajo los ríos

con mi antigua maternidad creciendo bajo los árboles.

 

Yo

con mi linaje

con mi bandera de muertos

repitiendo el deseo de horironte

caminando

eternamente sonando el tambor de mi piel

como la luna.

Caminando sobre la llanura estúpida y fangosa

caminando

sobre la abierta senda pisoteada

caminando

bajo la lluvia torrendal y lacrimosa

caminando

bajo la garúa susurrante

caminando

bajo el sol insolente y fogonero

caminando

entre la música metal de los lecheros

caminando

tras de la tarde herida bajo el ala

caminando

tras de la noche

caminando

tras de la muerte,

de nuevo caminando...


REPÚBLICA DE POETAS

Mi bandera pretende,

como el cielo,

unir el azul y el blanco.

Equivocados los próceres

quisieron juntar abajo

lo que solamente arriba

se hermana y no siempre.

Pero algo logras, paisano,

izando el cielo en tu mástil,

¡somos un millón de hombres

con la cabeza a pájaros!

 

 


 

 

NIÑA CORTADA DE UN ÁRBOL

Las aves nicaragüenses se forman de los árboles:

de frutas enternecidas por la lluvia

de hojas suavizadas por el viento

de susurros que la savia amansa

[y pule en trinos.

Mi patria es entendida en vegetales

que cantan; en primaveras

que he besado; en frutales

que tú eres cuando me dices

desde el árbol --¡adiós!-- con mariposas.

(Malacos)

 

 

 

 


 

EL ANGEL

 

De pie, con su estatura de recuerdo,

limpio, como agua erguida a contraluz,

el enamorado de la mendicidad

construye mi biografía.

Amo este ser incansable que me hiere a silencios.

Mas, día y noche, como un perro macilento,

giro alrededor de mi paraíso

donde dejé mi nostalgia

ahora dulcemente mortal.

¡ Si su espada, incandescente de memoria,

durmiera como mi sangre en sus noches!

Pero aquí estás

como álamo empecinado en tu exactitud,

poniendo tu ala lenta, casi fluvial,

sobre mi hombro,

sobre este lugar de carne deliberante y libertaria,

palpando si hay cruz,

si hay al menos un vago dolor cirineo,

y vuelves tu rostro,

tu faz poderosa, como una dalia con la fuerza

intolerable del roble,

como una estrella, con la ira amotinada y luminosa

del relámpago.

 

(De Poemas con un crepusculo a cuestas)

 


 

Contenido
 
En este sitio encontrarás poesía de escritores nicas, desde Rubén Darío hasta otros aficionados como Marlon
Publicación
 
Para publicar tus poemas en este pàgina, pincha la pestaña de contacto
Opinión
 
Recordá opinar sobre los poemas publicados en esta página, a través del foro.
 
Hoy habia 2 visitantes (6 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis